Solo a través del otro, puedo saber quien soy / 2018 - 2019
La primera mitad del siglo XX, en el marco de la primera y la segunda guerra mundial, Europa se convierte en un continente en crisis. En aquellos años muchos europeos llegaron a Suramérica, huyendo de la dictadura nacionalsocialista, de las guerras y sus secuelas, y sin poder imaginar un futuro en sus propias tierras. Hubo también quienes llegaron por razones laborales en un momento en que el progreso de la industria en el continente requería profesionales altamente cualificados. Y no faltaron aquellos que llegaron por curiosidad a explorar nuevas tierras. Es así que un buen número de germanoparlantes se asentaron en el Ecuador, constituyéndose en una comunidad importante ubicada principalmente en la ciudad de Quito.
Los recién llegados, llenos de curiosidad y asombro por estas “exóticas” tierras, se convirtieron rápidamente en exploradores de este país, recorriendo minuciosamente este territorio y estudiando su vegetación, su fauna y principalmente las personas que en él habitaban. Estas búsquedas fueron registradas en fotografías, dibujos, escritos, mapas, películas y otros soportes, que representan ahora un importante archivo del Ecuador de esa época.
Particularmente las fotografías, que representaban en ese momento una técnica novedosa para el contexto local, no tardaron en aparecer en las portadas de revistas y libros de la época a nivel nacional e internacional. Varios de estos inmigrantes desarrollaron rápidamente vínculos con artistas ecuatorianos y formaron parte de la escena cultural local.
Una selección de este material, poco conocido por encontrarse en archivos privados y familiares, será el corpus de esta exposición artística a llevarse a cabo en el Museo de la Ciudad de Quito, durante el verano 2018.
Más allá de la evidente construcción de un imaginario de alteridad que suponen estas imágenes, la exposición busca indagar en la condición de ser extranjero y en la fascinación de una mirada que percibe algo por primera vez, con su extraordinaria capacidad de asombro. A través de esa distancia infranqueable que brinda la posibilidad de ser un espectador foráneo, se indagan las posibilidades de plasmar instantes efímeros de un momento percibido como único y mágico. Aquí el ejercicio de la distancia no es concebido como un impedimento, sino como un regalo; pues en el acto de mirar al otro está quizá la única forma de verse a uno mismo. Los ojos en su ejercicio de mirar hacia afuera paradójicamente nos permite vernos mejor a nosotros mismos y (re)descubrirnos.
Rastreamos la noción de este (auto)reconocimiento a través del material artístico producido por los exploradores que fungieron de fotógrafos, cronistas, etnógrafos, naturalistas, cineastas, dibujantes, periodistas; y la relación que entablaron entre ellos en el afán de construir una nueva comunidad de pertenencia. Más información, aquí.
Lugares de exhibición:
Museo de la Ciudad, Quito / junio - agosto 2018
Museo Pumapungo, Cuenca / marzo - abril 2019
Museo de la Cultura Lojana, Loja / agosto 2019
Museo Antropológico y De Arte Contemporaneo MAAC, Guyaquil / octubre - noviembre 2019